"(...) Pensé en Alice Kober sentada frente a una mesa
camilla junto a su madre viuda,
catalogando caracteres de Lineal B en cartones
de cigarrillos."
"Espacio practicado",
Raíces aéreas
Patricia Gonzalo de Jesús
(La Bella Varsovia: Córdoba, 2016)
Nos empeñamos en hablar de griegos y de Grecia, como si de un único pueblo o
estado se tratara pero, cuando empleamos estos términos para la edad Antigua,
al menos para los orígenes del mundo griego y las épocas arcaica y clásica,
caemos en un anacronismo, pues lo
que hoy denominamos Grecia fue en realidad durante siglos un conglomerado de ciudades-estado independientes (πόλεις), cuyo
único punto de unión era la lengua: el griego.
Igual que Charlie Brown
y sus amigos mantienen a sus tiernos ocho años conversaciones más que sesudas y
trascendentales pero escuchan solo un farfullar sin sentido cuando hablan los
adultos, así también los griegos de la Antigüedad oían tan solo bar-bar-bar
cuando oían hablar una lengua que no fuera la propia. De ahí el término bárbaro
(βάρβαρος) para
referirse a los extranjeros. Se trata de una palabra de origen onomatopéyico.
El griego es la lengua indoeuropea de la que disponemos de
testimonios escritos más antiguos. Se trata de asientos contables registrados
en pequeñas tablillas de arcilla que se quemaron -y, en consecuencia, cocieron
y conservaron accidentalmente para nosotros- en los incendios a los que se
asocia el final del mundo micénico,
en auge del 1400 al 1200 a. C. En estas tablillas se recogía de manera
provisional la administración de los palacios para luego trasladarla al papiro.
Durante mucho tiempo estos testimonios permanecieron sin descifrar, pues se
desconocía qué lengua era la que estaba detrás del sistema de escritura en el
que se hallaban: el lineal B. Hubo que esperar a 1952 para que dichos textos se
descifraran como una forma arcaica de griego.
El autor de tal hallazgo fue Michael Ventris, piloto de la RAF durante la II
Guerra Mundial y arquitecto de profesión, que el 1 de julio de ese año concedió
una entrevista a la BBC en la que dio a conocer sus primeras traducciones
completas.
El desciframiento del Lineal B se atribuye, en efecto y con razón, a Michael Ventris pero... ¿quién fue la Alice Kober que se menciona en los versos que podéis leer al comienzo y cuál fue su aportación a dicho desciframiento?
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